JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ. Corría el año de 1993 y Sevilla se preparaba para el Congreso Eucarístico Internacional que se iba a celebrar entre el 7 y el 13 de junio. Se esperaba la llegada de un millón de personas pues la ceremonia de clausura sería presidida por el mismísimo Papa Juan Pablo II en el campo de la Feria.
Días antes, se desarrolló en Sevilla durante el 1, 3 y 5 de junio las I Jornadas Trinitarias con un programa de conferencias sobre temas históricos, teológicos y espirituales. Estas jornadas culminaban con una salida extraordinaria del Sagrado Decreto que, por aquel tiempo, no acompañaba anualmente a la cofradía en su estación de penitencia.
Se trataba de un misterio histórico en la corporación pero que, desde 1952, había dejado de procesionar en Semana Santa. Cuando la hermandad estaba inmersa en la preparación de esta salida extraordinaria, ya se había montado cierto revuelo en la Sevilla cofrade, pues la corporación había manifestado el deseo de recuperar el paso para la Semana Santa de manera regular. Un tema que, hoy día, hubiera sido Trendig Topic en Twitter y que dio mucho que hablar en aquel momento.
Su hermano mayor, José Rodríguez Rodríguez, confesaba al diario ABC de Sevilla: “es cierto que la mayoría de los cofrades desean que el paso vuelva a la cofradía. La mejor demostración de esto es que a nadie se le ha pasado desapercibido nuestra decisión, que vamos a llevar a cabo hasta las últimas consecuencias”.
La procesión de 1993
La salida de 1993 se realizó sobre el paso del Cristo de las Cinco Llagas. Estuvo marcada por la expectación porque, en cierta medida, se trataba de un “ensayo general” o prueba de fuego a la que se sometía la hermandad después de declarar abiertamente que al siguiente año le gustaría incorporar este paso regularmente a su estación de penitencia. La salida estuvo a punto de no celebrarse pues, desde primera hora de la mañana estuvo lloviendo en la capital. Ya, por la tarde, un cabildo de oficiales extraordinario daba el visto bueno a la salida de la cofradía.
El paso era comandado por Juan Manuel Martín, actual capataz honorario de los Gitanos, que no pudo evitar que, a la salida del paso que se rompiera la base de la cruz que está situada sobre la palmera. La procesión extraordinaria, que se celebró en domingo, tuvo un cortejo formado por 250 hermanos que tuvieron que pagar una papeleta de sitio de 1.500 pesetas. Uno de los momentos más especiales de la procesión tuvo lugar frente al monumento de Santa Ángela de la Cruz y en el Convento de las Hermanas de la orden.
En 1994 ya saldría el Sábado Santo. Comenzaba una nueva etapa en la historia de una cofradía que había recuperado su primer titular.
Me ha gustado mucho el artículo por lo histórico del mismo. Se nos ha enseñado como germinó el paso del decreto para que saliera habitualmente, muy bello el artículo felicidades Sr. Rodríguez.
Por cierto, no se libran de la lluvia ustedes ni en periodo de sequía, hace 20 años estábamos en sequía extrema, pues nada tenía que llover ese día increíble, al menos todo salió bien!!
Un saludo,
Joaquín.
Fue una tarde muy bonita yo. Iba debajo,del misterio mucha gente en la calle. Parese que fue ayer y hace. 20 año como pasa el tienpo
yo tuve la suerte de sacarlo en dos ocasiones una fue en el 82 o en 83 no lo recuerdo bien el capataz fue paco aznay 1993 con juanma a la cuadrilla de costalero nos regalaron un azulejo de recuerdo que aun lo conservo en el cual viene la foto del padre e hijo y un texto que dice
Era un 6 de junio del 1993
El decreto salió a la calle y se
cumplió la ilusión,gracias a
tu” fuerza”hermano, Dios
Padre se paseó
gracias por el articulo por refrescarme la memoria.un costalero de aquella época ,saludos
Estaba mas bonito que el que procesiona actualmente.