J. JAVIER COMAS R. Todo el que pase estos días por la Parroquia de San Gil quedará maravillado con uno de los altares más sorprendentes que se han montado en los últimos tiempos.
El Rocío de la Macarena permanece en estas fechas de triduo en honor a su Simpecado y para ello, ha querido mostrar sus cultos de una forma asombrosa.
Carreta de Triana
La escena es cubierta por un pabellón real, cedido por la hermandad de la Asunción de Cantillana, rematando la escena y cobijando al titular de la corporación la antigua carreta de la filial trianera. Una imagen que vale más que mil palabras.
Como detalles a destacar, la hermandad ha querido representar su agradecimiento a la hermandad del arrabal con la presentación de los ramos de frutas en sus varales y con la colocación de ambas medallas en cada uno de ellos.
Asimismo, la carreta es rematada por la paloma que representa al Espíritu Santo, en detrimento de la tradicional cúpula que corona al Simpecado macareno.
La Carreta de los Montpensier
Estrenada en 1868, fue donada por los duques de Montpensier para cobijar al primitivo simpecado de la hermandad trianera.
Se trata así de la primera de las carretas de esta tipología, sustituyendo al tradicional modo de transporte de cajón, siendo la de Umbrete la última reminiscencia de las mismas.
Sería sustituida en 1954, por la actual del orfebre Armenta en la celebración del año Mariano.
Fotografías: José Javier Comas Rodríguez